jueves, 10 de mayo de 2018

Olor a culo en el sonajero

(...) pero algo ocurrió en el set. Un reflector, que había sido instalado pocas horas antes, se desprendió del aparejo de iluminación y cayó sobre el pobre felino. Le aplastó la cabeza. Fue entonces cuando a la producción se le ocurrió una idea que implicaba una combinación de oportunismo y una notable falta de tacto: utilizar el cuerpo del animal para rodar lo que, en la diégesis de la serie, sería un sueño. La idea era contar con un "comodín" para injertar en la trama cuando fuese necesario. Quienes tuvieron oportunidad de ver el tape coinciden, previsiblemente, en que el resultado es, como mínimo, grotesco. Nick Parker relataba para The Sun: "La escena es chocante. Alf coloca la osamenta de Lucky (N del T: Suertudo en Hispanoamérica) entre dos baguettes y enhebra una retahíla de gags que encuentran eco en las risas pregrabadas y en las del elenco, que se encuentra visiblemente tentado, como si se tratara de una travesura. Benji Gregory, el único que en verdad parece afectado, recita su breve parlamento con tono monocorde y titubeante, disimulando mal una arcada, mirando a detrás de cámaras con ojos vidriosos, como buscando una explicación para semejante aberración."
Este fue el primero de los aproximadamente 600 gatos que, a lo largo de la serie, encarnaron a Suertudo.
La NBC nunca accedió a emitir esta escena.