Plaza Vicente López. Domingo, 16 hs. Banco de plaza. Dos compañeras de la UADE:
-Yo no entiendo esto de las lesbianas.
-Es así, boluda.
Y, de sopetón, le entierra la lengua hasta la garganta, al tiempo que le mete una mano dentro de la blusa y le amasa un seno. La otra mano, dentro del pantalón. La compañera empieza a jadear y a gritar cosas como “Si. Así, corazón. Si, seguí. Va queriendo.”
Una anciana que estaba paseando su caniche toy por la plaza, pasa por su lado y su rostro se desfigura –aún más- en un espantoso gesto de consternación.
-¡Degeneradas! ¡Hijas de puta! ¡Esto con los milicos no pasaba! ¡Trolas!
Inesperadamente, un agente de la Policía Metropolitana salta la reja de la plaza montado en un corcel, se arrima a la señora mayor y le espeta:
-Vieja puta, ¿A esto le llamás tolerancia?
Acto seguido, le fractura el cráneo a macanazos.
Mientras decenas de moscas ya sobrevuelan la cabeza de la caída anciana, las dos amigas proponen:
-Ahora vamos a sodomizar al perrito.
El cana completa:
-Y al caballo también.
-Yo no entiendo esto de las lesbianas.
-Es así, boluda.
Y, de sopetón, le entierra la lengua hasta la garganta, al tiempo que le mete una mano dentro de la blusa y le amasa un seno. La otra mano, dentro del pantalón. La compañera empieza a jadear y a gritar cosas como “Si. Así, corazón. Si, seguí. Va queriendo.”
Una anciana que estaba paseando su caniche toy por la plaza, pasa por su lado y su rostro se desfigura –aún más- en un espantoso gesto de consternación.
-¡Degeneradas! ¡Hijas de puta! ¡Esto con los milicos no pasaba! ¡Trolas!
Inesperadamente, un agente de la Policía Metropolitana salta la reja de la plaza montado en un corcel, se arrima a la señora mayor y le espeta:
-Vieja puta, ¿A esto le llamás tolerancia?
Acto seguido, le fractura el cráneo a macanazos.
Mientras decenas de moscas ya sobrevuelan la cabeza de la caída anciana, las dos amigas proponen:
-Ahora vamos a sodomizar al perrito.
El cana completa:
-Y al caballo también.