-Mírenlo nômas. Miren a ese idiota... qué risa que me da... le idiote.
Habían pasado veinte minutos desde que Christian Metz, titular de la cátedra homónima de Semiótica de los géneros cinematográficos I, interrumpió la clase para hacer observaciones jocosas sobre lo que veía desde el ventanal del aula magna de La Sorbona. Al parecer, lo que lo tenía entretenido -ante la presencia ya desconcertada de unos doscientos alumnos- era un sujeto hablando por teléfono en una cabina situada en la puerta del campus universitario, en plena rue Le Indepêndence.
-Es un payaso. Seguro êsta discutiendo con la jermu. Le payase.
-Monsieur profe- levantó la mano un alumno- tengo le dude con respecto a le montajé durative.- era el primero que se atrevía a interrumpir los habituales divagues de Metz.
-Oh ouí, le montajé durative. Quiere decir "esto ocurrió plus o meno..." oh, mírenlo, le idiote ahora le pega tubazos al teléfono. Se está masturbando. Le masturbaçois.
Las mañas del profesor tenían preocupado al Consejo Directivo de La Sorbona, que más de una vez quiso tapiar aquel ventanal. Intentos siempre frustrados por los recursos de amparo que Metz presentaba por, prácticamente, cualquier cosa.
-Le profe, ¿podría seguir dando clase? Le clasé.
-Idioté, miren, le idiote. Ahora se echó a caminar pour pleno Constituçois con le pântalone pour le tobillé. En môdo pingüiné. Con la baguette al aire. Le Baguette.
Toda esta escena estaba siendo observada desde la puerta del aula por un puñado de militantes del Partido Comunista Francés, que siempre entraba a repartir panfletos sin pedir permiso, ya que conocían los rayes del profe y sabían que cuando estaba ensimismado mirando por la ventana el resto del planeta dejaba de existir para él. Uno de los pibes entró y empezó a hablar:
-¡Pardon, Bonjour compañêres! Nosotré somos de Le Frenté de Izquierda, a le nueve hay asamblé en le sêde de Marcel T, pour le reivindicaçois de le Monsieur compañêres de le fabriqué recupêre Renault ¡Mercí beaucoup!
-Pero si vous plait, zurdes de Le merde. Tomenselás de acá, tomenselás. Le zurdes- Christian Metz había salido de su burbuja y ahora los increpaba.
-¿Qué te pasa a vos, franchute del orto y la concha de tu madre?
El señor Metz fue violado y arrojado por el ventanal a la rue Le Indepêndence. Por eso dicen que se suicidó, pero es chamuyo. Lo cagaron matando.
Nota mental: alejarse del Partido Comunista.
ResponderEliminaro hacerse comunista
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